Y así como tal promesa, llegó el verano… con los mismos calores, la misma luz; lo único distinto fueron los sentimientos…
Esos sentimientos que hace poco colapsaron a su maltrecho corazón, que lo hacían sentir angustiado y abrumado.
Raramente cada que pensaba en él una revolución de emociones le invadía, para bien y para mal…
Pero recuerdo no sólo el recuerdo…
Ahora, tocará el turno al otoño que haga de este verano lo que la primavera dejó atrás…
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